Hablemos de “bares paco”
Por rematar la clase de spanish culture, por si no eres de aquí, tengo que hablarte de bares.
Bueno, en realidad vengo a mejorarte la vida, así que da igual de donde seas.
En Ejpaña durante décadas (y todavía ahora) los bares eran así:
(foto sacada de Forocoches, pero podrías sacar una parecida en cuanto pises la calle)
Si eres local no te hace falta que te explique cómo son los bares paco, porque lo sentirás: con su barra de chapa, sus fluorescentes, su tragaperras...
Si entras a un bar y en la tele está La ruleta de la fortuna, hay un póster del Madrid de la séptima, o un cartelito gracioso de “hoy no se fía, mañana sí” es probable que estés en uno.
Si, además, hay servilletas que no secan, un dispensador de botes de pistachos, y al fondo un niño haciendo los deberes, no lo dudes, es un bar paco.
También lo notarás porque hay una atmósfera especial, como de fracaso, pero amortiguado por el hecho de estar en el bar. Y de eso te vengo a hablar.
Porque los bares paco son cutres, descuidados, y tiene sentido que sea así.
Yo paraba a tomar café en un bar paco, hasta que se derrumbó (literal) y era un lugar que olía a tristeza, pero a una tristeza feliz, como si al entrar los parroquianos hicieran un pacto con la vida, como si allí se permitieran dar descanso a sus penas mirando la tele, o al infinito.
Por eso en los bares paco el estilo no importa, porque su función es de evasión. Allí no se va a disfrutar la vida, se va a esquivarla.
La gran condición para que un bar sea paco no es un foto aérea del pueblo del dueño, ni los taburetes negros, es que los parroquianos (aunque no sean conscientes de ello) preferirían no estar allí.
El bar paco significa la dejadez, el abandono de uno mismo, significa lo malo, pero también lo bueno, porque implica las ganas de superarlo, de juntarse con otros humanos (vino mediante) para volver a humanizarse.
Por eso todo es añejo, póster del Madrid incluido, como recuerdo de tiempos mejores, en el fútbol y en sus vidas.
Y por eso las cajas de vacío no se esconden, porque el vacío es lo normal.
Yo los veo como una función en la que alguno de los parroquianos, en algún momento, fuera a cruzar la cuarta pared y decir:
Vaya mierda ¿no? Pues no pasa nada.
Los bares paco no son bonitos, pero auténticos un rato.
Así son los españoles, así son sus bares.
Y por eso ahora hay más bares Instagram que bares paco, porque aquí no se puede posturear.
Tengo una suscripción que se parece más a un bar paco que a un gastrobar. O a eso aspira, a ese poso de humanidad y de buena intención.
A veces es bonita, y a veces no tanto, porque la prioridad es otra cosa.
Y hasta hay fotos aéreas del pueblo del dueño, que soy yo.
Un saludo
Álvaro
P.D.
Hay gente que tiene muy buenas ideas y gente que tiene muy buenas ideas de mierda.